Me quede.

 Me canso, no sé qué hago, qué digo, qué siento, qué pienso. Me pierdo y no sé dónde buscarme. ¿Dónde me dejé la última vez? ¿Cuando deje de ser yo por perseguirte? tu mundo era tan distinto, tanto dolor y yo ahí, sintiéndome mejor porque tu infierno era peor.

Me acomodé ahí, porque vos me quemabas y yo estaba congelada. 

Me quedé ahí, porque entre la sangre que brotaba de tus heridas, las mías apenas parecían raspones. 

Me quede con vos porque los rotos no necesitan repararse, porque los infiernos no necesitan mejorarse.

Me quede ahi, con vos, porque más te hundías y yo más me dejaba llevar,

porque caer es feo, pero caer acompañada me traía paz. 


Me destruí a tu lado porque me convertí en adicta a compartir dolores, nos lastimábamos y más me quedaba. 

No sé si te ame a vos o solo amaba el dolor que me causabas, cada llaga nueva que tocabas, las heridas que me abrías porque yo te lo dejaba. 

Te lastimé porque así funcionabamos. 

En cada dolor mas amor, mas pasión, mas apego, puras noches de drama. 

Me quedé porque no sabía cómo huir al juego de sufrir. 

¿Quién lastima más? ¿Quién sufre mejor? 

Mira el dolor que soy capaz de soportar, pero irme jamás. 

No te abandone porque sabía que vos no me ibas a dejar, nos ataba el dolor , el sufrir juntos era nuestra adicción.

 Nuestra peor versión, eso nos dimos. 


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