Mi rareza.

 Me ahoga el mundo y sus expectativas. Mis expectativas.

Me como la idea de como “debería” de ser alguien de mi edad, de como “debería”

solo hacer lo que me enseñaron.

Me tiene que gustar juntarme con gente y contar mis problemas.

Me tengo que quejar del trabajo que tengo.

Tengo que hablar de problemas económicos

Tengo que maldecir a cualquier gobierno y repetir “todos son iguales”.

Tengo que conformarme con relaciones fallidas.

Debería tener ansiedad, estrés y mínimamente dolor de espalda.

Porque sino soy la “RARA”.

La que sabe amarse a sí misma, la que se siente completa,

la que disfruta de los domingos paseando sola.

Soy la “RARA” que piensa distinto y no tiene miedo a decirlo.

Soy la “RARA”  que disfruta su trabajo aunque sueña con otro mejor.

Soy la “RARA” que aprendió a dejar ir lo que no suma y a ser quien quiero ser.


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