Mi religión.

Vos y yo idénticos en locura.

Dicen que los opuestos se atraen, pero qué hay de los que se conocen en el mismo

infierno, quienes comparten el mismo manicomio.

Mismos placeres. Mismos excesos.

Nuestros mismos traumas nos hacen perfectos.

La habitación en llamas. Los dos piromaniacos.

Verte arder. Encenderme también.

Tu cuerpo y mi cuerpo rompecabezas que encaja perfecto.

Tus vicios, tus delirios, el arte que maneja tu boca y todo lo que tu mente me provoca.

Tus demonios juegan con los míos.

Con vos en mi cama bajo al mismísimo infierno, te rezo en lenguas que solo vos y yo entendemos.

Tengo orgasmos en mis retinas del placer que me produce verte. 

Vos, mi cama y yo la única ceremonia a la que quiero asistir.

Creemos nuestra propia religión, dejame acabar mis domingos comulgando entre tus piernas y terminemos al fin encharcando las sabanas de pura agua bendita.


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