Parate a ser felíz.

Saborea lo cotidiano.
El silencio de la mañana.
El calorcito del mate.
La caminata hasta el laburo.
Fijate en lo chiquito. 
En lo simple, eso que das por hecho.

En el "buen día" que te dice el chofer.
En la sonrisa que te regala la nena, que viaja en el asiento de enfrente.
Saboreate esa canción, que pones todas las mañanas.
Mira el cielo.
Respira, antes de dedicarle una puteada interna a tu jefe.
¿Y si solo por hoy, prestas atención a lo que almorzas y no miras el celular?
Para saborearte la vida, necesitas eso. 
Prestar atención.
Es casi una magia. El tiempo se detiene, cuando te enfocas en los detalles.
En lo rico de la comida. 
Los perros jugando en la calle.
En la risa de tus compas del laburo.
En lo que dicen las canciones del Pity.
Parate a sentir.
Presta atención.
Porque todo lo que vivis ahora, en un segundo se convierte en recuerdo.
Como cuando extrañas cosas del pasado, que te hicieron feliz, pero mientras lo vivías, no sabías que lo estabas siendo.
Hoy parate a sentir. 
Presta atención.
Porque podes estar siendo feliz y no darte cuenta.
Solta el celu compa.
Presta atención.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mi tentación.

Si no hay amor que haya sexo.

Vainilla y coco.