18 de diciembre 2022

 18 de diciembre de 2022 domingo, sólo me quedaba ese finde libre. Me preparé y me fui a Parque Centenario, quería comprarme un par de libros para llevarme en las vacaciones. 
Había varios puestos cerrados, me compré tres libros: "El sutil arte de que te importe un carajo", " El alquimista" y "Muchas vidas, muchos maestros". Había gente haciendo fila para mirar el partido en pantalla gigante. Me senté frente a la fuente, miré los peces un rato, me bajonee un brownie que le compré a un flaco. Había clima de festejo, la gente estaba contenta, yo por mi parte nunca le pase mucha cabida al fútbol.
Escuche que no iba haber mas bondis, decidí irme. Me crucé y me tome el 105 hasta Devoto, de ahí el San Martín, el último tren que salía me dejo en José.C.Paz. 
Ya no había ni bondi, ni remis, ni Uber, ni nada.
Vi unas doñas bajar de un auto, bien caradura me acerque a preguntarle al chofer si me hacía un viaje, el ortiva me dijo que no y arranque a caminar, me quedaba como una hora pateando. Ya no había nadie en la calle, a lo lejos se escuchaban gritos y cantos. Mi mochila, mis libros y yo. Agarre por la ruta 197, me pasa un auto que frena un poco mas adelante y me hacen señas, yo no entiendo nada, y baja una de las doñas del auto anterior, me dicen que me alcanzan hasta la entrada de Croacia. 
Subí y las viejas me cuentan que son re de iglesia y yo con tremendo olor a porro y los ojos rojos. Hablamos sobre el partido que estaba re picante.
Me baje en el lugar que quedamos, les agradecí y empecé a caminar, patee 30 cuadras hasta lo de mi viejo entre gritos y silbidos me iba enterando del partido. Llegué y los penales los grité y alenté en familia. Nunca le pase cabida al fútbol pero aguante ser Argentina.

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