Sexo.

Amo el sexo. Lo glorioso de los orgasmos.

El éxtasis que se siente en cada parte del cuerpo, la electricidad que invade y recorre todo mi interior.

El sexo frío, sin sentimientos, sin abrazos, ni ojos brillando de amor, el placer, puro placer.

Siento el vacío después de derramarme en cada cuerpo que se presta a mi lujuria.

Relleno el vacío con humo y alcohol.

Nunca es suficiente.

Desayuno mariguana y mate.

De almuerzo vino tinto y gaseosa de pomelo acompañado de algún cuerpo con el cuál enredarme.

Siesta, la gloriosa siesta, después del sexo la segunda maravilla del mundo.

Me gusta pensar que nací para ésto aunque la práctica hace al maestro y de experiencia tengo mucho.

La cena la disfruto entre un par de tetas y mas vino tinto barato.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Mi tentación.

Si no hay amor que haya sexo.

Vainilla y coco.