Entradas

Mostrando entradas de abril, 2024

San Telmo.

 Me pierdo entre callecitas de San Telmo. Hay tanto para ver, escucho a turistas pronunciar un español horrible. Paseo por la feria.  El de los sahumerios me regala uno.  Me paro en un puestito de libros usados, me hipnotizo por un rato de caja en caja, leo títulos hasta separarme unos tres o cuatro.  La que me atiende me mira seria, apenas de reojo, mientras me cobra me escupe un -gracias, con su peor humor.  Recorro calles sin GPS. Le saco fotos al cielo. Escucho a una nena preguntarle a la mamá por qué mi pelo es así.  Me quedo en una esquina escuchando a un chabon que canta un tema de Cerati. -Gracias totales y finaliza. Le dejo 200 pesos y me voy. Hace mucho que tengo el hábito de salir a pasear sola y ya dejé de decir que voy sola. -Voy conmigo contesto ahora. Sigo recorriendo callecitas de San Telmo conmigo misma.

Voy lento.

 Voy lento. Son las 4 de la tarde. Estoy tirada en el piso, en el pasto,  Es uno de esos días en los que no encuentro mi lugar. Mi cabeza me repite una y otra vez que voy lento. Simplemente tengo la sensación de no ser suficiente. Quien me juzga soy yo misma y me cuesta aún más arrancarme mis propias críticas. Voy lento. Y aunque no sepa ni a donde voy, mi cabeza sigue gritando que me apure. No sé el camino. Pero voy lento. No importa todo lo logrado si al final del día, ahí está de nuevo la voz. Voy lento. Tengo la sensación de vivir apurada. Y llevo toda mi vida viviendo así. Aunque a percepción de otros esto se vea muy distinto. Aunque mi reloj me diga que llegue a tiempo. En mi cabeza está cl aro. Voy lento.