Cumbia y vino.
Me sorprende como un par de temas, me transportan a recuerdos de
personas, lugares y viejos momentos…
Me rio por todo lo que pase, cantando
cumbia a los gritos.
Cuántos vinos me tome, cantando Leo Mattioli.
Cuántos besos di, mientras bailaba Los Bybys.
Cuánto lloré, cantando los
temas de la Sonora y Gilda.
Cuántas risas, jodas, juntadas, giras y cuántos domingos de amanecer
cantando Koli Arce.
Cuántos teclados imaginarios toqué.
Cuántas mañanas amanecí afónica de tanto gritar:
“mira como está la vagancia en este baile”.
Cuántas cumbias de los trapos grité,
agitando los brazos al cielo.
La cumbia me acompañó en momentos
de alta fiesta y felicidad.
Pero también en momentos de soledad, llanto y cajeteos interminables.
Aguante la cumbia y el vino❤️
No imagino remate mejor para este texto.
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